Setas, un complemento contra el cáncer

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Setas, un complemento contra el cáncer

El uso de las setas en el terreno de la nutrición y la medicina atrae cada vez más el interés de la comunidad científica y prueba de ello es la gran cantidad de publicaciones e investigaciones que se están desarrollando en todo el mundo, así como los ensayos clínicos puestos en marcha en los últimos años.

La evidencia científica avala el uso de los hongos, que tienen un efecto leve inmunomodulador y antitumoral: ciertos extractos son capaces de estimular células del sistema inmunitario, potenciando así las defensas naturales y facilitando una respuesta inmune más efectiva frente al cáncer, e inhibir la formación de vasos sanguíneos (angiogénesis), lo que puede contribuir a disminuir la irrigación de tumores, inhibiendo el crecimiento del tumor y las metástasis. Algunos tienen actividad citotóxica directa sobre distintos tipos de células tumorales y actúan mejorando la tasa de respuesta -a la vez que reducen los efectos secundarios- de la quimioterapia o la radioterapia.

Iván Simón, Director de Micosalud en Hifas da Terra, explica cómo “estamos desarrollando importantes experiencias con pacientes para validar algunas de las propiedades de los hongos en el abordaje integrativo del paciente oncológico y cuyos resultados preliminares nos hacen ser muy optimistas”, aunque se necesita más investigación al respecto. Algunos compuestos obtenidos de plantas medicinales y hongos comestibles son capaces de estimular la respuesta inmunitaria, aumentando la calidad de vida de pacientes con inmunodeficiencias y cáncer, pero falta por identificar los principios activos y el mecanismo de actuación.

Setas que estimulan el sistema inmunitario

Cada vez más médicos y profesionales de la salud recomiendan estos productos y, una vez comprueban los excelentes resultados conseguidos, la micoterapia se convierte en una pieza fundamental de su vademécum de prescripciones. Es el caso de Guadalupe. Esta psicóloga paciente de cáncer de mama le comentó a su oncólogo que estaba tomando setas y aunque en el hospital en el que la trataban de un cáncer no lo contemplaban, el médico estuvo de acuerdo. Para este profesional, la micología era fundamental en el caso de buscar apoyo complementario. “Lo apoyaba absolutamente y para él el más importante de los suplementos eran las setas. ‘No es sólo que esté bien que acompañes el proceso con eso, sino que se debe hacer’, me dijo”.

Reishi, Maitake, Cordyceps, Champiñón del Sol, Coriolus… son algunas de las setas que se está empezando a utilizar en oncología por sus propiedades antitumorales. En concreto, Maitake, Reishi y Shiitake estimulan el sistema inmunitario, por lo que podrían favorecer la lucha de las células defensivas frente al cáncer. “Todas las ha tomado en suplementos, porque como setas son difíciles de encontrar, explica Guadalupe, que de manera habitual toma Shiitake, que siempre compra ecológicas.

Esta seta tiene un efecto antioxidante que fortalece el sistema inmunológico, pues es rica en Lentinano, una sustancia que se encuentra en estos hongos y se ha demostrado que inhibe el crecimiento de células humanas de cáncer de colon en ratones. También la seta “Ganoderma Lucidum”, más conocida como Pipa, se utiliza frente al cáncer debido a sus propiedades para inhibir el crecimiento de tumores cancerígenos.

“Para mí hubo un antes y un después”
Setas de Monte

Setas en Mercado de Maravillas, Madrid

Los terapeutas que estaban tratando a Guadalupe coincidieron en que necesitaba sobre todo Cordyceps, “que tiene un efecto que fue fundamental para la cirugía porque sentía que aumentaba mi vitalidad de manera muy potente y una regeneración energética muy fuerte y revisando tratados chinos, vi que contribuía a aumentar la actividad de los riñones, tiene un efecto muy potente en las funciones renales”, asegura la psicóloga. “Asociado al estrés del proceso de diagnóstico considero que actuó de manera física y también psíquica, en un bienestar físico y un umbral energético a los cuatro días de la ingesta. No sé si es efecto placebo o no, pero para mí hubo un antes y un después” de tomarlo, reconoce.

El hongo Reishi es otro de los suplementos que se toman como apoyo al sistema inmunológico en el tratamiento del cáncer por su potencial para mejorar la respuesta tumoral y estimular la inmunidad. Las últimas investigaciones en laboratorio y los ensayos preclínicos han mostrado resultados prometedores en su actividad antitumoral, por lo que podría administrarse como un complemento alternativo junto al tratamiento convencional. “Con Reishi noté un efecto emocional importante también, sentí que de alguna manera mi mente se ralentizaba. Había referencia al efecto sobre el estrés emocional, además de los efectos positivos a nivel inmunológico, que no soy capaz de percibir”, explica Guadalupe.

Algunos extractos de hongos combinan actividades anticancerígenas y analgésicas, mejoran el estado general del paciente y tienen efectos sobre el estado emocional, mejorando la gestión del estrés relacionado con la enfermedad y aumentando la estabilidad emocional. “De alguna manera los efectos secundarios de toda esta farmacología los sobrellevé mejor”, reconoce esta psicóloga que ha sido paciente de cáncer de mama. “Sí que es cierto que todo esto puede deberse al efecto placebo, pero así es como yo lo he sentido”.

Lengua de vaca

Setas en Mercado de Maravillas, Madrid

Dejó de tomarlo tras ser operada y empezó a tomar Champiñón del Sol, que además de su efecto antitumoral, influye en la recuperación del apetito. “Tuve una bajada de apetito importante antes y después de la operación y fue bastante fundamental, lo he tomado durante aproximadamente un mes hasta la radioterapia”.

Hongos frente a los efectos secundarios

La administración de hongos a pacientes que están recibiendo quimioterapia mejoraría el pronóstico de distintos tipos de cáncer, al sumarse al efecto antitumoral del tratamiento proporcionando una mayor eficacia de quimio y radioterapia. Al reforzar el sistema inmune, el consumo de estos hongos combate la fatiga y las infecciones, a lo que se suman su efecto antioxidante y detoxificante. Además se ha observado que mejoran el apetito de pacientes sometidos a tratamientos de quimioterapia, contribuyendo al control de los síntomas asociados con el cáncer o sus tratamientos como vómitos, anorexia, disnea, falta de aire, astenia, cansancio, dolor y la debilidad general.

A raíz de la radioterapia, Guadalupe ha tomado Maitake, la seta que posee mayor actividad de estimulación del sistema inmune. Maitake está considerada la seta reina como apoyo en el tratamiento oncológico frente a los efectos secundarios de quimio y radioterapia por su capacidad de regeneración del sistema inmunitario y potenciar el efecto de los tratamientos. Según la Medicina Tradicional China, Maitake tiene un efecto de cierto enfriamiento que es bastante positivo de cara al bienestar del paciente y en absoluto disminuye los efectos del tratamiento, según esta psicóloga. “La verdad es que lo que yo sentía con la radioterapia era fatiga después de comer, no sé qué hubiese pasado si no los hubiese tomado pero fue un periodo positivo, disfrutaba de los viajes en tren y de la soledad y pasé un periodo bastante agradable” gracias al Maitake. De hecho, una vez terminado el tratamiento, “todavía he estado tomando Maitake hasta hace unas semanas y ahora ya no descarto volver a tomarla”, asegura.

María Miret García @periodistia

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