La masturbación es un analgésico natural que alivia el dolor menstrual

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La masturbación es un analgésico natural que alivia el dolor menstrual

¿Puede la masturbación ayudar a aliviar el dolor menstrual? La respuesta es que sí y además, masturbarse es un analgésico natural tanto a corto como a largo plazo. Así lo ha visto el estudio Menstrubation (menstruación + masturbación), el primer ensayo clínico en el mundo que ha tratado de averiguar si la masturbación ayuda a aliviar el dolor menstrual. La mitad de la población mundial padece efectos secundarios dolorosos al menstruar cada mes.

 

María Miret García
@periodistia

 

“Hemos de luchar para que las mujeres se masturben y tengan orgasmos. Solo así podrán decir a su pareja lo que les gusta”. Lo decía Pilar Pons en la presentación de su libro El silencio pélvico en Madrid. Para esta fisioterapeuta del suelo pélvico, las mujeres que nunca han tenido un orgasmo es porque ni siquiera se han llegado a masturbar. “En mi experiencia, generalmente la mujer que no ha tenido nunca un orgasmo tampoco tuvo un despertar sexual en su adolescencia, es decir, que nunca se masturbó”, asegura, y achaca la dificultades en encontrarlo al “desconocimiento del propio cuerpo, no haberse tocado nunca, no haber buscado la manera de masturbarse para llegar al orgasmo”… También para la psicóloga clínica y sexóloga Sílvia Pastells la mayoría de mujeres con anorgasmia tienen poca o nula práctica masturbatoria. 

Pero la masturbación no es solo una herramienta básica para conocerse y llegar al orgasmo. También ayuda a aliviar el dolor menstrual, tanto a corto como a largo plazo. Así lo asegura el estudio Menstrubation, realizado en mayo de 2020 por Womanizer y Lunette. Se trata del primer ensayo clínico en el mundo que tiene por objetivo averiguar si la masturbación ayuda a aliviar el dolor menstrual. Menstrubation es la palabra que ha surgido de esta investigación, compuesta por los vocablos menstruación y masturbación.

El estudio se llevó a cabo entre casi 20.000 personas con la colaboración con el Dr. Jones, psicólogo clínico y terapeuta sexual. Durante seis meses participaron casi 500 personas que tenían la menstruación. Durante el primer mes de la fase de prueba, la intensidad del dolor disminuyó en casi un punto, lo que muestra el efecto casi inmediato de los orgasmos. Al preguntar a los participantes si la masturbación regular tuvo un efecto en la intensidad del dolor, el 70% respondió que “sí”. El 42%, además, dijo que la masturbación regular tuvo un efecto en la frecuencia del dolor.

Para el Dr. Jones, investigador principal del estudio, “es muy notable la rapidez con la que los participantes sintieron una mejora en sus síntomas. Después de solo un mes de masturbación consciente, los valores disminuyeron significativamente”. Además, la investigación demuestra que la masturbación no solo es un analgésico natural, sino que también tiene un efecto positivo a largo plazo en el bienestar.

 

La masturbación tiene efectos positivos sobre la salud y el bienestar general

 

Cuando se preguntó a los participantes qué funcionaba mejor contra el dolor menstrual, si la masturbación o la medicación, el 43% eligió los medicamentos y el 42% la masturbación. El 15% restante prefiere una mezcla de ambos, calor en la zona, aceite, el sueño o hacer ejercicio. Además, el 90% recomendaría la masturbación a otras personas para aliviar el dolor y el 85% planea mantener su rutina de masturbación una vez acabado el estudio.

“Sabemos que la masturbación puede tener efectos positivos sobre la salud y el bienestar general, ya que con el orgasmo se libera un cóctel de hormonas y neurotransmisores que, aparte de generar placer, se comportan como auténticos analgésicos naturales”, explica la ginecóloga Miriam Al Adib. Al masturbarse, se estimulan el metabolismo y la circulación sanguínea, que también contrarrestan el dolor. Además, durante el orgasmo y la masturbación los músculos se contraen y se liberan, desencadenando un efecto relajante. 

La mitad de la población mundial menstrúa cada mes y la mayoría padece efectos secundarios dolorosos. Aunque estos síntomas son frecuentes, no suelen ser objeto de investigación, como muchos otros problemas de salud de la mujer. Una desigualdad que describe la denominada brecha de género en la salud, según la cual las mujeres han sido históricamente descuidadas tanto por la medicina como en la investigación. El sesgo de género en la medicina ha sido denunciado por profesionales como la endocrina Carme Valls, que acaba de publicar el libro Mujeres invisibles para la medicina. Un recorrido por la salud femenina que reivindica una medicina adaptada a las necesidades específicas de las mujeres. 

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Artículo publicado en Objetivo Bienestar el 2 de diciembre de 2021
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09/12/2021

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