Lo confieso, desde que se decretó el estado de alarma, y me consta que no soy la única, estoy agotada. Mentalmente sobre todo y no tanto físicamente, dado que he decidido priorizar los cuidados y me puedo permitir descansar. Como la mayoría de mis colegas periodistas, desde que empezó la crisis por coronavirus dedico horas a revisar la información rigurosa sobre el Covid-19, comparto cada día en redes sociales lo que considero más importante y puntualmente, mando por whatsapp lo que me parece esencial. Solo estoy enviando lo que veo más claro a quien me lo pide. Sin embargo, a cambio solo recibo ruido, salvo excepciones.

Por favor, no reenvíes bulos por WhatsApp. Si no tienes garantías de que la persona que sale en ese audio o vídeo es de verdad experta, no lo compartas, bórralo directamente. No mandes avisos sin antes comprobar en la página web o los canales oficiales, aunque parezcan importantes. Ante la duda, consulta SaludsinBulos o Maldito Bulo, que ha abierto un especial sobre el coronavirus.

En estado de alarma, deberíamos extremar las precauciones que estaría bien adoptar habitualmente:

  • No envíes todo lo que te llega sin pensar, filtra lo que de verdad consideres esencial y comprueba antes que esa información que te parece tan importante proviene solo de fuentes oficiales.
  • Selecciona y manda solo lo importante para no saturar. No contribuyas a generar más ruido en los grupos y redes sociales. Verifica que quien habla es una persona experta de verdad, no te fíes sin más.
  • Edita las fotos: si alguna ha salido mal, bórrala en el momento. Haz una selección y comparte solo las que de verdad merezca la pena.

Parar los bulos es tan importante como frenar la curva del coronavirus, y tú también puedes poner de tu parte durante esta cuarentena.