Parece como si fuera ayer. Su muerte fue uno de los sucesos que más impactó nuestros años escolares. Vivimos su enfermedad como si de una de nosotras se tratara, sabiendo que podría habernos tocado a cualquiera. Muchas recordamos todavía la angustia que nos produjo su fallecimiento.

Si salir de clase ya era de por sí emocionante, fuera por el motivo por el que fuera, ni te cuento lo que fue congregarnos a la entrada del colegio a todas las profesoras y niñas. Incluidas las hermanas mayores de muchas de mis compañeras, lo cual le daba mucha más emoción que ver a mis hermanas pequeñas. El día que murió Alexia todas salimos a la escalinata para recibir su féretro. Como si fuera ayer, veo el coche fúnebre, las flores blancas y a sus compañeras de clase llorando desconsoladas. 

Con años de retraso he visto Camino, la película «inspirada» en la vida de Alexia González-Barros. Me parece muy feo basar una película en lo «bruja» que fue la madre de una criatura que sufrió tanto. Aunque no comulgues con ninguna de sus ideas. Aunque esa mujer no hubiera sido capaz de expresar el dolor más que en términos religiosos y la fe la cegara, si así fuera.

Se diría que Javier Fesser quiso suplir la falta de fidelidad a los hechos por muchos de los pasajes oníricos de la cinta. Al contrario de lo que dijeron en su momento la mayoría de las críticas, lo único que me parece que está bastante bien retratado es el Opus Dei, al menos hasta donde yo conozco. Criticarlo habría dado para una película sin necesidad de utilizar la historia de Alexia.