Cada año, con motivo del día o la noche del libro, hago un recorrido por algunas de las librerías que más me gustan en Madrid, la ciudad en la que vivo en España. Este año aprovecho el día de las librerías para escribir sobre ellas. No sólo son las mejores por sus libros, sino también por sus libreros, que entienden de literatura tanto como agradable me resulta recorrer sus estanterías.
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Sin Tarima
Empujo la puerta, siempre entreabierta. El sonido de la campanilla me inunda junto al olor a libro. Mi ruta empieza en Antón Martín. Sin Tarima es una de las librerías con más solera de Madrid, de esas que ya no quedan. De sus libreros siempre me llevo alguna buena recomendación, igual que de Con Tarima.
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Con Tarima
Me encantaba su antiguo local en la calle Príncipe. Si hubiera seguido cerca de la plaza de Santa Ana, es posible que mi ruta hubiera empezado o terminado allí. En ella encontré joyas como la Filosofía de la Danza de Paul Valéry o El fin de semana perdido de John Lennon, escrito por Iván Moldes.
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Enclave de libros
Mi recorrido sigue por la calle Magdalena y ya en Tirso de Molina, subo hasta Enclave de libros. Como en Sin Tarima, allí también encuentro algunos libros y autores que no es fácil ver en todas las librerías y siempre salgo con alguna buena recomendación. Además, a menudo he encargado algún libro que no tenían en ese momento, como las maravillosas guías de viaje ilustradas de Tinta Blanca, que he regalado en más de una ocasión.
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Traficantes de Sueños
No abandono Tirso de Molina, sino que sigo caminando hacia Traficantes de Sueños, donde no sólo voy a ver libros, sino que también he asistido a alguno de los eventos que organizan. Antes o después del acto, me encanta recorrer sus dos pisos; en el de arriba puedo pasar un buen rato y siempre descubro algo nuevo.
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Las librerías feministas
Ya que estoy en Tirso, sigo caminando hasta el nuevo local de Con Tarima en Latina antes de empezar a subir hacia el centro. No puedo dejar de pasar por las dos librerías de mujeres por excelencia de Madrid, Mujeres y Compañía y la librería Mujeres. Si está abierta, aprovecho a pasar por la Fundación Entredós, uno de los lugares con más encantos en femenino de la ciudad, en el que igual puedes asistir a una actividad que sentarte a tomar un té o quedar a comer o cenar con una amiga. Durante años ha sido como el salón de mi segunda casa.
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La Central
La Central es una de las librerías más completas de Madrid, situada en uno de sus edificios más bonitos. En ella encuentro, además, a una de mis libreras favoritas. No hay nada que no sepa esta chica, que siempre me aconseja busque lo que busque. La sección de periodismo es una de las mejores de la ciudad y a menudo salgo con algo bajo el brazo.
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Tipos Infames
Ya que estoy en el centro aprovecho a callejear para llegar hacia Malasaña y entrar en Tipos Infames. Es de las pocas librerías en las que me puedo sentar a tomar algo y me encanta, por su narrativa y por sus vinos. Allí me encontré la primera vez que quedamos con mi querida Andrea Aldana, amiga y admirada periodista.
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Libros para un mundo mejor
En el mismo barrio me paso por Libros para un mundo mejor, una de las librerías con más encanto estético de la ciudad. Sus libros son para comprarlos solo porque te entran por los ojos. Pero además, merece la pena leerlos.
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Libros de cine y más
Mi último descubrimiento en Madrid es Nakama Lib. Tenía pendiente visitarla desde que empezó la pandemia y allí seguía, esperándome más allá de la COVID.
Si tengo ganas de andar sigo el paseo hasta La Fábrica, librería especializada en arte, diseño y fotografía. O camino hasta el Círculo de Bellas Artes para entrar en Antonio Machado, donde también se organizan presentaciones.
El día no puede terminar mejor si decido rematar con una buena peli. La ruta de los cines da para otro post, así que me dirijo hacia Martín de los Heros, la calle de los cines en Madrid. Y allí, como no podía ser menos, antes o después de ver un peliculón siempre entro en el Ocho y medio. A tomar algo o a mirar (y a menudo, comprar) libros. No sólo tiene obras de cine, que también. Allí he encontrado algunas de las lecturas que más me han gustado en los últimos tiempos, como Solterona, de Kate Bolick. Todo un descubrimiento, la periodista y su libro.
Por cierto: hay más café librerías en Madrid, aunque tengo pendiente visitar la mayoría.