El mejor recurso contra el estrés

Lo expliqué en mi post de 9 diciembre 2011, “Cuestión de cerebros“. En los Programas de Reducción de Estrés en ocho semanas según el método Mindfulness
se habla de “vivir desde la cabeza y no con el
cuerpo”
como uno de los factores causantes de estrés.

En las últimas décadas, los investigadores han demostrado el impacto del estrés en el sistema psicológico del ser humano. El estrés
provoca la enfermedad al activar partes del sistema inmunitario, que
ocasionan inflamación en el organismo, relacionadas con afecciones como
la diabetes y el cáncer. Recientemente se ha descrito un nuevo mecanismo
cerebral de adaptación al estrés que explica porqué la exposición
prolongada y repetida a éste puede conducir a trastornos de ansiedad y
depresión
.

La meditación lo reduce, cultiva la paz interior y el bienestar, según científicos de la universidad de Yale.

Alejandra Vallejo-Nágera asegura en una entrevista pulicada en SModa
que “la medicina contra el estrés se llama meditación”. Y meditar no es
más que “prestar atención absoluta al cuerpo y a la mente“. Para esta
psicóloga, “buena parte de las dolencias que padecemos tienen una causa
emocional y de descontrol de pensamiento”, porque “el cuerpo es la voz de
un sistema emocional
que no puede expresarse más
que a través de la mente” y “como mente y cuerpo pertenecen a misma
persona, el beneficio de una repercute en beneficio de otra”. Vallejo-Nágera
explica que “las técnicas de la atención plena se acompañan, en el
contexto terapéutico, de terapia cognitivo-conductual” y la primera de ellas consiste en respirar. Como el Dr. Casado explica en su blog, la respiración correcta es el primer paso para relajarse. En Estados Unidos “estas técnicas llevan muchos
años poniéndose en práctica. Pero
España no es, precisamente, un país pionero en este sentido”, según Alejandra Vallejo-Nágera.

También Ramiro Calle destaca, entre otros beneficios de meditar, “el papel ansiolítico de la meditación, cómo favorece el sosiego y el equilibrio psicosomático, cómo baja el umbral de la ansiedad y favorece la neuroplasticidad”, en un artículo sobre Yoga y Medicina publicado en el nº 49 de Yoga Journal.